Eslora: 5.60 m.
Manga: 1.60 m.
Altura del palo: 6.80 m
Superfície mayor: 12.60 m2
Peso: 98 kg.
El patín catalán es una embarcación histórica nacida en Cataluña. A finales del siglo XIX se popularizó su uso en el litoral barcelonés, al principio no tenía palo ni vela. Se utilizaba como embarcación de remo para ir a bañarse mar adentro, lejos de las aguas contaminadas de la orilla. Con el cambio de siglo proliferó la flota y en los años 20 comenzaron a verse los primeros ejemplares con vela. Al tratarse, en los inicios, de una producción artesanal – tanto en el casco, como el aparato y la vela – hasta mitad de siglo se podían ver modelos muy diferentes.
Para facilitar las cosas de cara a las regatas, en 1943 se decidió hacer un encuentro en Vilanova y la Geltrú para escoger el monotipo definitivo a partir de una serie de regatas, en ese caso el modelo de los hermanos Mongé resultó el vencedor. Desde entonces el monotipo ha tenido diferentes adaptaciones, siempre bajo la tutela de su organismo regulador, la ADIPAV. Actualmente se sigue construyendo en madera africana – ayous, akayou y okume- variedades de poco peso pero con suficiente robustez como para aguantar las grandes torsiones a las que se somete el patín en navegación. Por otra parte, hoy en día, también se construyen patines híbridos, es decir con el casco de fibra y la cubierta de madera, conservando la estética original.
La escuela de vela tiene a disposición de los socios y amigos del club patines a vela, tanto seniors como su variante en escala más reducida: los juniors. Al no tener timón y orzas el patín catalán es ideal para entrar y salir de playa, lo único que requiere es la técnica adecuada para saberlo dirigir.
El control sobre la embarcación se consigue modificando la relación entre el centro vélico y el centro de deriva, es decir moviéndose por cubierta. De esta manera se consigue establecer una relación con el patín que difícilmente se consiga con cualquier otro embarcación.
La gran superficie vélica de que dispone facilita que sea divertido de navegar con poco viento. A partir de los 10 nudos el patín empieza a escorar y a coger velocidad, entonces el navegante debe comenzar a demostrar sus habilidades haciendo banda con los pies en las cinchas. A medida que sube más el viento ya se va complicando el control de la embarcación, la configuración de la vela sin sables hace complicado navegar con la vela amollada, las maniobras se complican y resulta difícil mantener el patín plano. En cualquier caso resulta una embarcación ideal para las condiciones de la playa larga, vientos suaves / medios durante todo el año.